miércoles, 4 de marzo de 2009

Cáncer y tabaco, mala combinación

Fumar tabaco acarrea un fuerte aumento del riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón, de la cavidad oral (de boca), de faringe, de laringe, de esófago, de páncreas, de vejiga y de pelvis renal (de riñón). También incrementa el riesgo de cáncer de la cavidad nasal (nariz) y de senos paranasales, de estómago, hígado, riñón, cérvix (cuello uterino) y médula (leucemia mieloide).
El riesgo depende del periodo durante el cual una persona ha fumado y del número de cigarrillos fumados. El riesgo de desarrollar algunos cánceres aumenta cuando además de fumar se consume alcohol.
Existen pruebas que sugieren que fumar tabaco no causa cáncer de mama y que reduce la frecuencia de cáncer de cuello uterino.
No se ha encontrado ninguna relación clara entre fumar y el cáncer colorrectal o el de próstata.
Fumar puros, pipas o bidis, también causa varios tipos de cánceres.
El riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer puede aumentar cuando se combina el fumar con la exposición a algunas sustancias en el lugar de trabajo, el consumo de alcohol o algunas infecciones virales.







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